Cuando hablamos de pisos de linóleo es inevitable que venga a nuestra cabeza el término VINILO, sin embargo debemos saber que estos dos productos son completamente diferentes y su naturaleza casi opuesta. Mientras que los pisos vinílicos son sintéticos y están fabricados en base a petroquímicos clorados que evidentemente resultan dañinos, los pisos de linóleo se crean a partir de una mezcla de aceite de linaza, aserrín de corcho, resinas de árbol, aserrín de madera, pigmentos y piedra caliza molida.
El piso de linóleo, por presentar corcho como parte de sus componentes, es retardante del fuego y resistente al agua y aunque este dejo de comercializarse por la aparición de los pisos vinílicos en la década de los 40s, en la actualidad las empresas especializadas en el rubro vienen lanzando nuevos conceptos y diseños contemporáneos con colores vibrantes y alegres además de nuevas tecnologías para impermeabilizarlo y hacerlo resistente a manchas. El linóleo tiene, al igual que los pisos de bambú o corcho, un largo tiempo de vida útil y es tan ecológico como cualquiera de estos dos.
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