Si bien
es cierto Europa es un continente con mucho adelanto en cuanto a preservar el
ecosistema con la finalidad de tener una vida saludable pero es también cierto
que algunos países como Francia y España por ejemplo tienen el lado opuesto en
este aspecto muy bien desarrollado ya que la cantidad de fumadores que veo día
a día en las calles es para mí realmente asombroso.
Al
parecer la gente no puede quedar un minuto sin un cigarrillo en la mano, al
bajar del autobús, al ir a la panadería o cuando simplemente camina las
personas automáticamente prenden un cigarrillo y obviamente terminan tirando la
colilla o medio cigarrillo encendido en medio de la calle sin saber el daño medioambiental
que esto produce además de ser conscientes que las colillas de cigarro forman
parte de lo que llamamos basura y que por lo tanto deberían ir a parar a un
contenedor y no ser tiradas donde se les antoja.
Las
colillas o filtros de los cigarrillos están hechos de acetato de celulosa que
es un tipo de plástico que tarda entre 2 y 10 años en descomponerse, estos
contienen trazas de plomo, arsénico y cadmio, sustancias que pueden infiltrarse
en el suelo y las aguas subterráneas.
Estoy
segura que si se impusiesen normas y multas para los fumadores que tiran las
colillas de los cigarrillos en medio de
la calle, este tipo de desecho que además da tan mal aspecto a un lugar, se reduciría
considerablemente.
La
gente debería ya empezar a tomar conciencia de que fumando no solo contamina también
a las personas que están a su alrededor sino está contribuyendo a contaminar el
plantea.
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