Paperboy es el nombre de esta inteligente propuesta de botella para vinos hecha nada menos que de papel.
El papel utilizado para la fabricación de estas botellas es reciclado y comprimido, además la tinta para la impresión es natural y el interior del envase está recubierto con una funda plástica reciclable por lo que se hace completamente impermeable.
Entre las ventajas que podemos resaltar de paperboy están su resistencia y estabilidad que les permiten mantenerse con el líquido al interior durante 3 horas después de abiertas.
El papel, el revestimiento plástico interior, el cuello y la tapa son 100% reciclables.
Son 85% más ligeras que las botellas de vidrio (30 gr. vacía), esto ahorra buena cantidad en transporte.
La producción de una botella requiere solamente el 15 % de lo que requiere la producción de una botella clásica de vidrio.
Las botellas son 100% reciclables y en las instrucciones que tienen, está indicada la manera correcta de separar sus componentes.
La responsable de tan ingeniosa y útil propuesta es la empresa Stranger & Stranger, especializada en diseño de envases por encargo de la bodega norteamericana Truett Hurst.
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