Que buena idea la de lanzar esta nueva gama de pañales ecológicos. Pues a decir verdad por lo general la humanidad se encarga de criticar y tratar de frenar el consumo desmedido de ciertos materiales y productos, por ejemplo los embalajes en supermercados o el uso de químicos en la industria de la ropa o en los campos de siembra, pero, qué de los pañales?
Soy consciente de las cantidades “industriales” que un bebe y/o niño usa cada día, lo he comprobado viendo crecer a mis dos sobrinos. Y no estoy nada lejos de la verdad, pues solamente en España , cada año se producen 900 000 toneladas de basura de pañales, pero más allá de ser esta una ENORME cantidad de basura producida por niños que no tienen ni la más remota idea de que su contribución al deterioro del medio ambiente es rápida y efectiva, los padres tampoco se imaginan todo el daño que un pañal convencional puede causar en sus hijos ya que estos básicos para el aseo y cuidado del niño contienen productos derivados del petróleo (polipropileno, polietileno, elásticos, adhesivos y plásticos) todos, altamente contaminantes.
La casa danesa ABENA ha pensado justamente en esta pequeña ENORME contribución a la contaminación medio ambiental y los riesgos a los que se exponen los niños usando pañales desechables y ha producido una nueva gama de pañales desechables y no desechables 100% ecológicos. Los pañales son bastante similares en apariencia y características (beneficios) a un pañal convencional: la misma textura, el mismo peso, la misma comodidad y también son suaves.
Para empezar a explicar sobre los materiales utilizados y su proveniencia podemos decir que la celulosa utilizada proviene de bosques escandinavos de cultivo controlado, no se utiliza cloro ni blanqueadores ópticos para refinar los componentes.
El producto absorbente de los pañales convencionales ha sido sustituido parcialmente por uno biodegradable en base almidón de trigo, además cabe señalar que estos pañales no contienen lociones ni aromas ni desodorantes.
El proceso de producción de los pañales ha reducido considerablemente las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y dióxido de azufre (SO2) al aire así como residuos químicos en el caso del agua.
La cantidad de residuos producidos asciende solamente a un 5% del peso total de la mercancía Se utiliza 20% de energía renovable (hidráulica y eólica) para la producción y 5% de polímeros renovables (vegetales).
Para terminar de desanimarnos a usar pañales convencionales, debemos decir que los materiales de un pañal convencional tardan aproximadamente entre 300 y 400 para degradarse completamente y obviamente esto no tiene punto de comparación con un pañal hecho con materiales biodegradables que tardan de 3 a 6 años en degradarse.
La ventaja después de todo esto es que por lo menos ahora contamos con dos cosas: una idea clara de lo mucho que contaminan los pañales convencionales, y con la opción de empezar a utilizar pañales que si bien no son 100 biodegradables, su producción y sus materiales son mucho menos tóxicos que los de uno convencional.
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