El 2011 la empresa norteamericana “Seventh Generation” dedicada a la producción de detergentes no tóxicos lanzó una novedosa propuesta: La botella de papel reciclable.
Este novedoso empaque ha sido evaluado por los fabricantes de productos líquidos como la leche o el vino y los resultados obtenidos han sido más que satisfactorios.
En otoño del mismo año, los productores británicos lanzaron al mercado botellas de vino hechas en papel que lleva una lámina plástica al interior para impermiabilizarla.
Esto permite reducir en un 10% la emisión de gases y su reciclaje es muy sencillo en comparación a los embalajes convencionales ya que el papel es fácilmente separado del plástico.
Iniciar el hábito de un consumo responsable es posible gracias a las empresas que han empezado a poner atención en el tema de la ecología.
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